Derrame ocular ¿qué es y por qué se produce?

derrame ocular

Se llama hiposfagma o hemorragia subconjuntival, lo que comúnmente se conoce como derrame ocular o derrame en el ojo, a la aparición de manchas rojas sanguíneas debajo de la conjuntiva ocular. La causa por la que esto ocurre puede ser la rotura de ciertos vasos capilares o sanguíneos existentes en esa importante zona de los ojos. La sangre se queda en las zonas anteriores de los ojos, no pudiendo atravesar el limbo de la córnea: se queda entre la conjuntiva bulbar y la conjuntiva esclerótica.

La conjuntiva es una membrana muy fina que recubre los ojos, que se asemeja a una tela traslúcida, fina y elástica, que cubre la esclerótica, la parte blanca del ojo. Entre las diferentes funciones que tiene la conjuntiva está la lubricación de la zona de córnea y la protección del ojo. Las hemorragias en esta zona por la rotura de vasos sanguíneos es la que ocasiona que aparezcan manchas rojas en los ojos.

Por qué se produce el derrame ocular

Lo primero que debes tener en cuenta es que la sintomatología previa del derrame ocular es inexistente. Las causas para la aparición de un derrame en el ojo pueden ser diversas, aunque habitualmente se deben a un aumento brusco de la presión sanguínea, que pueden deberse a una tos fuerte o a estornudos.

Estos traumatismos también pueden ser ocasionados por frotarse los ojos con energía o por haber recibido algún tipo de golpe en la zona.

Con menos frecuencia un derrame ocular puede estar ocasionado por problemas de hipertensión arterial, enfermedades hematológicas, diabetes mellitus o por los efectos secundarios de algunos tipos de medicación que afecten a la coagulación.

Si el sangrado es muy exagerado o recurrente, no debes dejar de acudir a tu oftalmólogo a la mayor brevedad. Establecerá un fidedigno diagnóstico y te indicará cómo curar un derrame ocular.

Derrame en un ojo, ¿qué hacer?

En principio un derrame ocular no es una patología que conlleve ningún tipo de gravedad, por lo que los tratamientos estandarizados son inexistentes. Aun así, siendo como son posibles indicadores de problemas de presión arterial, es conveniente hacerse revisiones periódicas sobre este particular si presentas recurrentemente derrames oculares.

Como norma general un derrame en el ojo se suele reabsorber por sí mismo en un plazo que oscila entre los 8 y los 10 días, aunque dependiendo de la gravedad de la hemorragia, puede tardar hasta un mes.

Un derrame ocular carece de anclaje, por lo que es más que probable que tras su aparición inicial, vaya aumentando su tamaño durante las horas siguientes. No debes alarmarte, es algo natural y el derrame en el ojo terminará reabsorbiéndose en los plazos que te hemos indicado.

Si el derrame ocular lleva aparejado una constante irritación del ojo, probablemente el oftalmólogo te recete la aplicación de lágrimas artificiales con las que sanearás y limpiarás la parte externa del ojo, aliviándote los picores.

No olvides que en caso de derrame ocular, así como de cualquier problema de salud, es importante acudir al médico especialista correspondiente.