Lentillas y lentes de contacto, consejos para elegir la más adecuada
Las lentes de contacto o lentillas son una alternativa a las gafas con ventajas adicionales, pues la tecnología ha ido ofreciendo lentillas elaboradas con diferentes materiales y adecuadas para tratar, incluso, más de un problema visual a la vez.
Una oferta tan amplia puede hacer que te asalten dudas acerca de qué tipos de lentillas son los adecuados a tus necesidades particulares y cómo deben ser sus cuidados, en especial si eres nuevo/a en el uso de lentes de contacto.
Vamos a intentar responder a las cuestiones básicas sobre las lentes de contacto, para que valores si son la mejor solución para tu caso, aunque nos ocuparemos de los casos generales. Ante cualquier requerimiento particular, consulta al oftalmólogo.
¿Cuándo se pueden utilizar lentillas?
Las lentillas permiten corregir problemas de visión habituales como la miopía, el astigmatismo, la hipermetropía o la presbicia. Presentan la ventaja de no empañarse al cambiar de un ambiente frío a uno cálido y, para algunas personas, el extra de la discreción. También existen lentillas que se usan con fines puramente estéticos, para modificar la apariencia cromática del iris.
Una pregunta recurrente es desde qué edad se pueden usar lentillas, pues es evidente que los niños necesitan alcanzar cierto desarrollo motor y cognitivo para usar lentes de contacto sin riesgos. Por lo general, los niños de seis o siete años ya son capaces de usar lentillas y de responsabilizarse del cuidado y mantenimiento de las mismas, aunque necesiten la supervisión de los padres o tutores al comienzo de esta nueva etapa. Para el uso de lentillas de uso diario, suele recomendarse esperar a los nueve años.
Cuando las lentes de contacto son usadas por niños, a quienes muchas veces se les consigue ir disminuyendo la graduación por el uso de las mismas o de gafas graduadas, las lentillas presentan la ventaja de permitir un reemplazo menos costoso, pues hay modelos que sirven para un mes y son las más económicas.
Si hablamos de adultos, conviene recordar que no se aconseja el uso de lentillas en ambientes o trabajos en los que sea probable que entren pequeñas partículas sólidas en los ojos, o mejor dicho, el uso de lentes de contacto no exime de las protecciones pertinentes (generalmente gafas de laboratorio).
También debes tener en cuenta que si usas lentillas puedes maquillarte pero solo con productos adecuados. La cuestión es que, en caso de entrar una sustancia o partícula sólida en un ojo, si llevas lentillas deberás retirarlas y volver a colocarlas, cosa que puede constituir un peligro para ti o para otras personas en determinadas circunstancias. Para eso casos, debes disponer de un par de gafas adaptadas a tus necesidades.
En caso de sufrir de ojo seco o de alergias primaverales que cursen con una conjuntivitis ligera, puedes ayudar a la correcta lubricación del globo ocular con soluciones que contengan ácido hialurónico, como puede ser Hylo Comod.
¿Cuándo son más recomendables las lentillas que las gafas?
Hemos visto cuándo es mejor elegir lentes con montura en lugar de lentillas por cuestiones de edad, ambientes muy particulares o trabajos, pero también hay casos en los que las lentes de contacto son preferibles a las gafas, más allá de posibles consideraciones estéticas.
Al margen de que es conveniente contar con un par de gafas para circunstancias particulares, las lentillas cuentan con la ventaja de ofrecer un mayor campo de visión nítida, pues se desplazan a la par que movemos los ojos.
Por otro lado, en el caso de presbicia o vista cansada ya existen lentillas multifocales que son más cómodas y efectivas las que las gafas con lentes progresivas. Estas lentillas especiales para la presbicia se realizan por encargo y permiten una visión correcta de cerca y de lejos, pero también en las distancias intermedias.
Tipos de lentillas
Dependiendo del material del que estén hechas, hablamos de los siguientes tipos de lentillas:
- PMMA o lentillas rígidas, realizadas en metacrilato de polimetilo. Son las lentillas antiguas, cuya demanda va cayendo porque no permiten que el ojo se oxigene de forma correcta durante su uso, por lo que no conviene usarlas más de diez horas al día. Se desaconsejan en caso de sufrir la enfermedad del ojo seco, salvo en casos leves en los que una solución lubricante ocular sea suficiente.
- Gas permeable. Parecidas a las lentillas PMMA, aunque las de gas permeable sí permiten una correcta oxigenación ocular, por lo que se toleran mejor.
- Lentillas blandas. Se han hecho populares por su comodidad. Con ellas no se nota sensación de cuerpo extraño, así que ¡no te olvides de retirarlas antes de irte a dormir!
- Lentillas de hidrogel de silicona. Lentillas blandas de última generación, muy populares, aunque hay casos en los que las lentillas de gas permeable ofrecen una visión más nítida.
Dependiendo de la frecuencia de reemplazo, se suele hablar de lentillas diarias, mensuales y quincenales. Cada una requiere de unos cuidados específicos.
Existen más tipos de lentillas atendiendo a otras clasificaciones, pero las vistas se ajustan a los criterios habituales. La elección entre usar gafas o lentes de contacto es algo personal, aunque lo mejor es ver las lentillas como un complemento a las gafas y disponer de un par de lentes con montura para ocasiones particulares. Los niños pueden usar lentillas, siendo asesorados y supervisados por sus padres durante los primeros días.