Qué es el estrabismo y cómo podemos corregirlo
El estrabismo es un problema de visión cuyo origen radica en que un ojo se encuentra desalineado respecto al otro. Como consecuencia, la persona que sufre de estrabismo —antes llamadas personas bizcas— no puede enfocar correctamente un objeto con ambos ojos a la vez y esto repercute en su percepción de la distancia a la cual se encuentra dicho objeto.
Existen diferentes tipos de estrabismo, así como grados en la desviación. También se distingue entre el estrabismo infantil y el adulto. Dependiendo del tipo y de su gravedad se adoptarán diferentes tratamientos.
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Tipos de estrabismo
Existen diferentes tipos de estrabismo dependiendo de su causa. Hasta los 6 años, un 4 % de los niños presenta cierto grado de estrabismo, ya que todavía se está desarrollando la parte del cerebro encargada de la coordinación ocular. Los ejercicios visuales suelen ser una buena ayuda para estos pequeños.
Sin embargo, el estrabismo también se puede dar a causa de la debilidad en algún músculo o grupo de músculos de uno de los ojos, o bien, por una cuestión hereditaria. Lo que es poco frecuente y puede resultar alarmante es que un adulto, de repente, desarrolle estrabismo.
A grandes rasgos existen los siguientes tipos de estrabismo:
- Estrabismo convergente o esotropía, en el que uno o ambos ojos se desvían hacia adentro. Es el caso más frecuente en niños menores de cinco años, y suele deberse a un fallo en la coordinación ocular. A veces se soluciona solo, sobre todo cuando aparece en un grado leve en bebés. Aun así, siempre debe consultarse con un oftalmólogo porque, en niños mayores de dos años, la esotropía puede ser un síntoma de hipermetropía, lo que requerirá del uso de unas gafas especiales para niños tan pequeños.
- Estrabismo divergente o exotropía, cuando uno o ambos ojos se desvían hacia afuera. Puede ser consecuencia de una miopía severa o de la pérdida de visión en uno o ambos ojos.
- Estrabismo vertical o hipertropía/hipotropía, cuando un ojo se desvía con respecto al otro en el ángulo que enfoca la altura, es decir, un ojo se desvía hacia arriba o hacia abajo. Este tipo de estrabismo es muy poco frecuente.
¿Cómo corregir el estrabismo?
Dado que este problema de visión puede tener causas diferentes y ser indicativo de otros problemas visuales, el diagnóstico del estrabismo es realizado por un oftalmólogo mediante unas pruebas concretas.
En cuanto al tratamiento, al ser un problema que suele aparecer en niños muy pequeños, los resultados son mejores cuanto antes se empiece a tratar. Además, se debe tener en cuenta el grado de estrabismo, pues hay casos en los que la desalineación de los ojos es casi imperceptible y otros en los que resulta severa y afecta en mayor medida a la visión.
Dependiendo de la edad y del tipo de desviación, y teniendo en cuenta que si existen miopía o hipermetropía deben usarse gafas adaptadas al problema, el estrabismo se trata primero con lentes o gafas o prismas y con ejercicios visuales. En ocasiones también se puede poner un parche en el ojo del niño por tiempo limitado.
Para los casos severos de estrabismo, la solución suele ser la cirugía. En niños, la cirugía correctora del estrabismo se realiza solo cuando hay una afectación importante de la visión, en concreto en la percepción de la profundidad. Sin embargo, en la edad adulta hay quienes se someten a esta misma cirugía con fines estéticos. Y es que, tratado a tiempo, un niño con estrabismo puede ser un adulto sin estrabismo sin necesidad de recurrir a la cirugía, aunque pudiera quedarle siempre un ligero desalineamiento ocular.
Como conclusión, el estrabismo es una alteración que, aunque a veces se soluciona sola con el crecimiento del niño, es recomendable consultar cuanto antes con el especialista ante cualquier desalineación en los ojos que se observe en bebés o en niños pequeños, pues podría deberse a problemas visuales serios. Una vez descartadas otras enfermedades, los ejercicios visuales, gafas, prismas y la gimnasia ocular suelen ser suficientes para que el niño llegue a tener una visión correcta, siempre y cuando estas medidas se adopten pronto y antes de cumplir los seis años.