¿Qué es la ceguera nocturna (nictalopía) y por qué se produce?

Qué es la ceguera nocturna (nictalopía) y por qué se produce

Seguro que conoces a alguien que, cuando el día está muy oscuro, no reconoce a la gente si no la tiene relativamente cerca. O a quien es capaz de chocarse con un pared o no ver un peldaño cuando hay poca luz, pero no es para tanto. Tal vez sea tu caso y te sorprendes al ir a revisar la visión y comprobar que te dicen que no necesitas gafas. ¿Qué está pasando? Pues que quien sufre de estos síntomas tiene ceguera nocturna.

¿Qué es la ceguera nocturna y por qué se produce?

La ceguera nocturna o nictalopía es una enfermedad de la visión que solo se manifiesta cuando hay poca a muy poca luz. Siempre de debe a una escasez en el número de bastones en la retina del ojo. Los bastones son los receptores celulares encargados de captar la luz y de distinguir los colores blanco, negro e intermedios.

La ceguera nocturna puede ser congénita, en cuyo caso se nace con ella y casi siempre se debe a que la persona que lo sufre nace con menos densidad superficial de bastones que la población media, o ser adquirida. Cuando es adquirida, la ceguera nocturna tiene una causa orgánica y debe interpretarse como una señal de aviso.

Antiguamente se decía que la ceguera nocturna era señal de que se iba a sufrir miopía en pocos años, lo cual no siempre es así, o que era causada por un déficit vitamínico, en especial de carotenoides y vitamina A.

Es cierto que las carencias nutricionales afectan a la visión y, de hecho, están detrás de algunas cegueras nocturnas, adquiridas y reversibles, aunque también puede haber otras causas para la ceguera nocturna. Entre ellas, cabe citar unas incipientes cataratas, la enfermedad de Oguchi (congénita pero muy poco frecuente), la miopía o la miodesopsia, que es el trastorno de la visión en el que se ven puntos flotantes, como si fueran moscas.

La nictalopía también puede ser un efecto secundario indeseado de la cirugía ocular refractiva.

¿Se puede prevenir la ceguera nocturna?

Excepto en el caso de la hipovitaminosis o las carencias nutricionales, poco se puede hacer. No obstante, en familias donde los problemas de visión son frecuentes desde una edad temprana puede ser una pequeña ayuda la toma de suplementos específicos a base de vitamina A y otros carotenoides durante la primavera y el otoño. Los suplementos de DHA o una dieta rica en omega 3 también pueden tener cierta función protectora.

Lo más importante es acudir al oftalmólogo si experimentas los síntomas de la ceguera nocturna o notas que al pasar de un ambiente luminoso a uno oscuro o a la inversa tu vista necesita un tiempo para adaptarse y poder ver correctamente, y ese tiempo el superior al de la mayoría de la gente de tu edad.

 

En resumen, la ceguera nocturna puede ser genética o adquirida. Cuando es adquirida requiere consultar con el oftalmólogo porque puede ser el aviso de algo serio, como son las cataratas, o algo tan simple como una carencia nutricional transitoria. También es un efecto secundario indeseado a la cirugía ocular con láser que se puede presentar en un pequeño porcentaje de los pacientes.

La nictalopía es incompatible con unas pocas profesiones, aunque en general no supone merma en la calidad de vida. Quienes sufren ceguera nocturna de nacimiento son quienes menos achacan sus síntomas, al fin y al cabo no han conocido otra cosa.