Síntomas de la tensión ocular alta

tensión ocular, sequedad ocular

Los problemas de tensión ocular alta son, en muchas ocasiones sin que el propio paciente lo sepa, uno de los motivos de consulta y uno de los diagnósticos más habituales en el mundo de la salud ocular.

Otros diagnósticos habituales suelen ser la blefaritis, la sequedad ocular, la conjuntivitis alérgica o la irritación ocular.

Qué es la tensión ocular

Para que el ojo se mantenga distendido, como un globo, es necesario que los líquidos de su interior generen una cierta presión. Esto es lo que se conoce como presión intraocular o tensión ocular, que es independiente y distinta a la presión arterial.

El humor acuoso, en la parte anterior del ojo, y el humor vítreo, en la posterior, conforman los líquidos intraoculares. El humor acuoso es una cantidad pequeña de líquido que, en condiciones normales, se elimina por sí mismo. De no drenarse correctamente, provoca un aumento de la presión dentro del ojo.

Para que no se produzcan daños, particularmente en el nervio óptico, la presión ocular debe mantenerse en unos niveles adecuados. Entre los 10 y los 21 mmHg (milímetros de mercurio), consideraremos que la presión intraocular está en valores normales.

Por encima de esto, hablaremos de:

  • Hipertensión intraocular, cuando aún no se producen daños del nervio óptico,
  • Glaucoma cuando es una respuesta irreversible con daños en el nervio óptico.

El glaucoma se asocia en la mayoría de los casos a alta tensión ocular, aunque no siempre. Es muy importante detectar la tensión ocular alta, para no llegar a la pérdida de visión que supone el glaucoma.

Esta patología puede pasar desapercibida, y dado que las personas con tensión ocular alta tienen más posibilidades de desarrollarlo, su control periódico en la consulta del especialista tiene un valor preventivo fundamental.

Los casos de hipotensión ocular son menos frecuentes, y pueden ocurrir tras cirugías oculares. También deben ser supervisados a nivel médico.

Cuándo acudir al especialista

Tanto la tensión ocular alta como el glaucoma pueden ser asintomáticos, por lo que no seremos conscientes de que los padecemos, resultando muy importante realizar revisiones periódicas en la consulta de oftalmología.

Algunos de los síntomas de tensión ocular alta pueden ser:

  • Dolor en los ojos.
  • Dolor de cabeza.
  • Sensación de ver mal o perder visión, normalmente en los dos ojos.
  • Visión borrosa.
  • Visualización de halos rodeando las luces.
  • Mareos, náuseas y/o vómitos.

 

Tratamientos preventivos

Los estudios médicos demuestran que la realización de actividades deportivas moderadas y adaptadas a nuestra edad y estado físico, disminuye el riesgo de presión ocular alta y de glaucoma.

El estilo de vida activo, evitando el consumo de tabaco y alcohol, y manteniendo una alimentación variada y saludable, rica en vitaminas y antioxidantes, así como un peso adecuado, resultan los mejores factores de prevención de la tensión ocular alta.

Dado que los estudios demuestran que el estrés oxidativo es un factor contribuyente a la disfunción en la correcta eliminación del humor acuoso, los especialistas aconsejarán reducir el estrés oxidativo para bajar la tensión ocular mediante suplementos vitamínicos y antioxidantes.

 

En definitiva, un adecuado cuidado de nuestro estilo de vida, ayudará en la prevención de la hipertensión ocular y disminuirá el riesgo de glaucoma. Las revisiones médicas habituales nos permitirán mantener actualizados nuestros cuidados y medidas preventivas, así como posibles indicaciones particulares en cada caso, ya sean suplementos, medicamentos o productos de dermatología.