Fotofobia, por qué se produce y cómo aliviar la sensibilidad a la luz

que es fotofobia o sensibilidad a la luz

Aunque la fotofobia o sensibilidad a la luz no es en sí una enfermedad sino un síntoma subyacente de otras patologías, sus repercusiones pueden ser tan molestas que nos impidan llevar una vida normal.

Qué es la fotofobia

La fotofobia es una patología de la vista en la que los ojos son sensibles a la luz y ante la exposición de la misma, podemos sentir desde una pequeña irritación ocular a vómitos en los casos más graves.

Causas de la fotofobia

Podemos encontrar en la fotofobia causas que afectan directamente al sistema visual, por ejemplo, una infección, inflamación o sequedad ocular, al igual que haber sufrido un traumatismo o algún daño en el ojo. También puede aparecer después de una intervención quirúrgica como cataratas.

Así como una gran variedad de afecciones oculares, algunos ejemplos son la uveítis, desprendimiento de la retina, conjuntivitis, queratitis e incluso irritación a causa de las lentes de contacto. Por otro lado, puede ser provocada por un virus o debido a las migrañas. Por lo tanto, vemos que el abanico de patologías que pueden provocar fotofobia es bastante amplio.

Síntomas de la fotofobia

Aparecen en la fotofobia síntomas como dolor o molestia en los ojos tanto en ambientes con luces fuertes como en zonas donde la luz es tenue. También es posible que nuestros ojos se vean más enrojecidos e incluso en los casos más agudos, fiebre, escalofríos o que el ojo segregue una sustancia amarilla.

Aunque se trata de una sensación bastante molesta y que puede impedirnos incluso salir de casa o querer estar prácticamente a oscuras, existen medidas para paliar sus efectos.

Tratamiento para la fotofobia

En primer lugar debemos recibir la medicación oportuna para tratar la enfermedad principal, por lo tanto si vemos que la sensibilidad a la luz perdura y no conocemos su causa, será necesario visitar al médico para una exploración.

Junto con el tratamiento principal, el uso de gotas oftalmológicas que alivien la irritación y mantengan los ojos humedecidos serán de gran ayuda. Por otro lado y dependiendo de cada caso, el uso de gafas con lentes oscuras nos ayudarán a soportar mejor la luminosidad. Hoy en día podemos encontrarlas con protección ultravioleta, polarizadas para reducir los reflejos e incluso lentes fotocromáticas, que se oscurecen al contacto con la luz solar y bloquean la radiación ultravioleta.

Para los casos más agudos, también existen lentillas protésicas que simulan la apariencia del ojo al mismo tiempo que lo protege.

También es conveniente evitar el maquillaje para que no nos cause aún más irritación, así como utilizar sombreros de ala ancha si vamos a estar expuestos al sol y salvo que nuestro médico nos lo recomiende porque llevamos unas lentillas específicas, el uso de lentes de contacto puede agravar la sensación de sensibilidad ante cualquier fuente de luz.

De la misma manera que una crema dermatológica especial para las quemaduras del sol nos aliviará la piel, si además de irritación padecemos sequedad ocular, también existen soluciones oftalmológicas que contribuirán a que nuestros ojos se sientan más aliviados ante la fotofobia.